Los efectos de la insolación suelen pasarse al cabo de 24 o 48 horas.
Sin embargo, cuando llevamos expuestos al sol durante un largo rato, llega un momento que la temperatura corporal puede subir muy rápido a más de 40 grados. Aquí es cuando debemos actuar rápido para evitar consecuencias graves.
Aquí aprenderás cuánto dura una insolación así como cuáles son sus principales síntomas y qué hacer en caso de insolación.
Cuánto tiempo dura una insolación
Si has estado excesivo tiempo al sol o aguantando temperaturas elevadas y notas algunos o varios de los síntomas que te describimos un poco más abajo, es posible que estés sufriendo una insolación o un golpe de calor.
Debemos tener especial cuidado con situaciones de este tipo porque en ciertos casos podría llevar a la muerte de un individuo.
La recuperación dependerá bastante de la gravedad de la insolación pero por norma general el paciente puede volver a hacer vida normal al cabo de 24 o 48 horas.
Cuando exponemos el cuerpo a altas temperaturas, éste trata de regularse para mantener los órganos funcionando correctamente pero cuando el tiempo de exposición al sol es largo o nos hemos mantenido largo rato trabajando a altas temperaturas es posible que el cuerpo no sea capaz de mantener la temperatura corporal dentro de unos márgenes por mucho que sudemos.
Cuáles son los síntomas de un golpe de calor
Los principales síntomas son:
Sensación de mareos y confusión.
Gran cansancio o fatiga acompañado de dolores de cabeza.
Sudoración excesiva y mucha sed.
Enrojecimiento de la piel y temperatura corporal superior a los 40,5 grados.
Se suele acelerar la frecuencia cardíaca y no existen ganas de orinar y cuando se hace es de un color más oscuro.
¿Qué hacer en caso de insolación?
Hay que tener especial cuidado con algunos grupos de riesgo como son los niños menores de 2 años, las personas mayores y las aquejadas por enfermedades cardíacas, parkinson, alzheimer o enfermos del riñon.
También deben tener especial cuidado las personas que desarrollan trabajos físicos en entornos de altas temperaturas como los obreros en los meses de verano a pleno sol o deportistas que entrenan a altas temperaturas.
Si sospechamos que una persona está sufriendo una insolación o golpe de calor deberíamos llamar a una ambulancia o acudir al médico con rapidez sobre todo si vemos que la persona afectada presenta fiebre alta o síntomas de confusión, desorientación, estado de nervios o incluso pérdida de consciencia.
Sin perjuicio de la recomendación de acudir al hospital cuanto antes, deberíamos tratar de conseguir rebajar la temperatura de la persona quitándole ropa innecesaria y conduciéndole a un sitio con aire acondicionado o al menos algún sitio en el que esté un poco más fresco.
Se puede tratar de reducir la temperatura mojando con una esponja sobre todo la zona de la espalda, inglés, cuello y axilas.
Trabajador bebiendo agua por PJ Tavera Photography.